Las principales responsabilidades y tareas de Andorran Banking son las siguientes:
Representar y defender en todos los órdenes los intereses de sus miembros.
Velar por el prestigio y la imagen de la profesión bancaria, así como por el desarrollo y la competitividad de la banca andorrana, tanto a escala nacional como internacional.
Tomar iniciativas orientadas a mejorar los estándares técnicos del sector y evitar el intrusismo profesional y cualquier otra actividad irregular.
Propiciar una cooperación sectorial respetuosa con el ejercicio de la competencia recíproca e informar a sus miembros de las cuestiones de interés común.
Asegurar la transparencia en la aplicación de condiciones a los clientes y procurar el cumplimiento de las normas deontológicas inherentes a la profesión.
Prestar su colaboración a las administraciones públicas, por iniciativa propia o a petición del Gobierno, de las corporaciones locales y otras entidades públicas o parapúblicas, mediante la elaboración de informes, estudios, recomendaciones y proyectos de actuación, previsión o reconversión económica.
Crear y participar en fundaciones y entidades privadas, así como participar en instituciones y entidades públicas, siempre que todas ellas tengan por objeto promover el bienestar económico, cultural, deportivo y social del Principado y, en general, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
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